Los colegios de la región tendrán más difícil para el
próximo curso 2012-2013 acogerse a la jornada continua. La Consejería de
Educación del Gobierno de Cantabria ha procedido a la modificación de
los requisitos, exigiendo que ahora el 70% del total de padres y madres
censados en el centro escolar aprueben el horario lectivo continuado, y
no como anteriormente que, con el mismo porcentaje de votación, la
decisión dependía de la unidad familiar.
Esto, en definitiva, viene a suponer que para el próximo
año se requiera de mayor respaldo por parte de los progenitores ya que
deberán ser ambos - y no sólo uno - quienes deban acudir a las urnas
para aprobar una medida que, en la actualidad, se aplica en 30 centros
de la región acorde a la norma anterior.
La Consejería de Educación declinó ayer hacer cualquier
tipo de declaración al respecto, pese a que el procedimiento ya haya
creado cierta controversia en el sector. Sobre todo entre los
sindicatos, que se han puesto en pie de guerra porque no ven con buenos
ojos la fórmula. A su juicio, lo que realmente implica es una
restricción en la implantación de la jornada continua y, de paso, una
marcha atrás en la conciliación de la vida familiar y laboral.
Esta es la postura que mantiene el sindicato
independiente ANPE Cantabria, que indicó ayer en un comunicado que la
Consejería lo que ha hecho ha sido poner unos límites burocráticos
«imposibles» de alcanzar, realizando «una aplicación restrictiva» de la
norma que regula este procedimiento. Esta decisión es del todo
«inaceptable», añade.
Además, desde el sindicato consideraron que los
porcentajes de los votos son «tremendamente injustos y abusivos» y, por
ello, exigió a Educación que no ponga «trabas a los deseos de los
ciudadanos» y que «escuche a la comunidad educativa, al profesorado y a
las familias que han mostrado su amplio apoyo a la posibilidad de que
los centros así lo soliciten».
La Consejería de Educación del Gobierno anterior dio el
visto bueno en marzo del pasado año a una treintena de colegios de la
región para que pudieran implantar la jornada continua durante el
presente curso. Lo hicieron porque estos centros lograron rebasar el 70%
de los votos favorables de las familias. En cambio, de los 43 centros
solicitantes, tan sólo trece se quedaron a las puertas de conseguir el
nuevo horario por falta de consenso. De hecho, uno de ellos - el
colegio Elena Quiroga de Peñacastillo (en Santander) - se quedó fuera a
falta de un solo voto.
Redistribución
El cambio del horario tradicional al de mañana supone
concentrar en medio día la enseñanza curricular obligatoria, dejando
para las tardes las asignaturas de refuerzo o las actividades
extraescolares. Aunque condensar el horario lectivo a un solo turno -
generalmente de 9.00 a 14.00 horas - ha contado con el respaldo de la
mayoría de padres en buena parte de los colegios de la región, hay
organizaciones como la FAPA o la Ceapa, que desde el pasado año se
mostraron reticentes a adoptar la propuesta, principalmente por una
falta de información respecto a la repercusión que pudiera tener sobre
los alumnos y por el temor a que el horario obligatorio de mañana fuera
en detrimento de los comedores escolares. Comoquiera que sea, junto a
este periodo lectivo - que se ha venido aplicando con dos recreos - se
ha seguido implantando el servicio de comedor del que pueden
beneficiarse aquellos escolares que participan por la tarde en
actividades extraescolares, clases de refuerzo o talleres o porque así
lo requieren.
FUENTE: EL DIARIO MONTAÑES 18/01/12